2009 - Los Alpes en moto - 1º parte






LOS ALPES EN MOTO



El día 12 de junio de 2009 iniciamos un nuevo viaje por Europa, los preparativos fueron intensos semanas antes de iniciar el viaje, itinerarios a seguir, lugares a visitar, y sobre todo, ganas de montar en la moto y hacer kilómetros y kilómetros por lugares nuevos, y no tan nuevos.

Iban a ser unos cuantos países los que recorreríamos y visitaríamos en estos 15 días por lo que días antes de partir no veía el momento de ponernos en marcha.

La moto lista, arrastre y ruedas nuevas, aceite, bujías y filtros también nuevos, por lo que solo quedaba cargar el equipaje y a la carretera. 




1º día - 12 de junio de 2009 

La Bañeza - Lleida


Sobre las 14:30H salimos de casa, salimos a esa hora porque Ana había tenido que trabajar esa mañana, por lo que tocaría hacer el trayecto hasta Lleida lo más rápido posible y sin perder mucho tiempo.

Listos para salir.

Así lo hicimos, y antes de la hora de cenar habíamos llegado al hotel. Había elegido el hotel Nastasi, bien comunicado a la entrada de Lleida, por lo que fue fácil dar con él. Nos cambiamos y salimos a cenar por Lleida, después, a buena hora nos retiramos a descansar al hotel.




2º día - 13 de junio de 2009

Lleida - Barcelona


Nos despertamos temprano y bajamos a desayunar. Después de reponer fuerzas y como el hotel tenía spa, nos dimos una sesión de spa que nos sentó de maravilla.


Foto de la piscina del hotel, se estaba muy agusto, del spa no tengo fotos, estaba en el ático del hotel.

Sobre el mediodía salimos de Lleida con mucho calor, era sábado y ese fin de semana coincidía que en Montmelo era el GP de Catalunya de MotoGP, pero esta vez no tocaría disfrutar de un fin de semana de carreras, nos conformaríamos con ver muchas motos camino de Barcelona.


Mucho calor esa mañana, había que buscar la sombra.

La primera parada antes de llegar a Barcelona la haríamos para visitar el santuario de la Virgen de Monserrat, conocida popularmente como La Moreneta, patrona de Cataluña. Para llegar al santuario donde esta Monasterio de Monserrat hay que ascender por una preciosa y sinuosa carretera. Tras una fugaz visita y corto paseo por el lugar, comimos allí, y después nos pusimos en marcha para hacer una rápida visita turística de una tarde a la ciudad de Barcelona, sin perder mucho tiempo porque a las 21:30H salía el barco que nos llevaba desde Barcelona hasta la italiana ciudad de Livorno.

Seguidamente unas cuantas fotos en la Montaña de Monserrat.


Como vemos en la foto, hasta el monasterio se puede llegar en teleférico, también se puede acceder a este punto mediante un tren cremallera que parte desde Monistrol de Monserrat.

Un paseo por el lugar, mucho calor, la gente buscando las sombras.

En el interior del monasterio.



Visto así, parece que en cualquier momento esas enormes rocas se van a caer.





Bonitas carreteras para rodar en moto.

El monasterio en lo alto de la montaña.

Una vez en Barcelona teníamos unas horas para ver lo que pudiéramos y nos diera tiempo, no mucho porque esta claro que no da tiempo a ver todo lo que la preciosa ciudad de Barcelona puede ofrecerte.


Las Ramblas, siempre abarrotada de gente, bonito paseo que discurre desde La Plaza de Cataluña y que acaba en el mar (antiguo puerto).

Plaza de toros de Barcelona.

Al fondo el Palacio Nacional de Monjuic, perteneciente a la Fira Barcelona, vista desde La Plaza de España.

La preciosa y espectacular Sagrada Familia.

Luego para el barco, allí estábamos a la hora indicada y nos tocó esperar algo más de un par de horas, hasta que a las 23:00H empezamos a embarcar las motos (con un gran susto incluido*), este retraso sin duda lo pagaríamos mañana, pensaba para mis adentros. En cuanto zarpe el barco nos quedan por delante unas 20 horas de travesía, así que a relajarnos en el camarote, una ducha, la cena y a descansar, mañana sería otro día en el que prácticamente lo pasaríamos navegando por el Mediterráneo.


Noche cerrada cuando embarcamos, minutos antes del susto*.

* Recuerdo lo mal que lo pase esa noche al embarcar la moto. Me explico, esta vez las motos, junto a los coches nos estacionaban en la cubierta superior, a la intemperie, hasta ahí sin problemas, el caso es que al embarcar se formo una cola que se introducía en el interior del barco. Lógicamente si se estacionan en la parte superior por algún sitio hay que subir, y allí es donde tuve un gran problema, la cola empezó a ascender la gran rampa metálica que comunicaba la bodega con la parte superior cuando estando a media rampa la cola se para, al frenar veo como toda la moto empieza a deslizar lentamente hacia atrás, cada vez con más fuerza, y la cola que no arrancaba, pensé que me caía, estuvimos muy, pero que muy cerca, como pude sujete la moto con ayuda del embrague forzándolo muchísimo, no había forma de estar frenado en aquella resbaladiza rampa. Cuando arrancó la cola y llegamos arriba, el embrague desprendía un olor muy desagradable, lo había forzado demasiado, pero, había aguantado; la verdad, todavía a día de hoy no se porque no nos caímos allí, fue una experiencia muy desagradable, unos segundos que se hicieron larguísimos. La rampa húmeda y llena de salitre, una trampa de la que esta vez pudimos escapar.

Mi consejo, si alguna vez os surge esto es esperar al principio de la rampa a que este totalmente despejada y luego ascender, os evitaréis una mala experiencia, los trabajadores del barco os meterán prisa, pero que la metan, que digan lo que quieran, yo no vuelvo a subir así, esa vez libré, pero la siguiente es fácil que no.




3º día - 14 de junio de 2009

Barcelona - Rimini


Despertamos en alta mar, la verdad es que en un barco de este tipo no hay ningún tipo de amenidad, los trayectos son tediosos, no tienes nada que hacer, si hace bueno, tomar el sol, o también mirar por la borda y ver pasar el tiempo, lentamente, eso si.


Al poco de empezar aquel día 14 de junio de 2009, tras la estela de otro barco.

Mediodía en el barco, el Mediterráneo esta en calma, lentamente el barco avanza.



Cuando pasaba cerca de donde estaba aparcada la moto la miraba, y por supuesto que también miraba la rampa traicionera y pensaba lo cerca que estuvimos del desastre.


Las motos aparcadas a la derecha, la rampa móvil justo detrás de ellas.

La tarde empezaba a caer cuando estábamos llegando a Italia, me empezaba a acordar mucho del retraso al embarcar la noche anterior.

Sobre las 20:00H habíamos llegado al puerto de Livorno, desembarcamos y todavía nos quedaba por delante cruzar toda Italia de un lado a otro, teníamos que llegar de donde nos encontrábamos, Livorno (Mar Mediterráneo), a la ciudad de Rimini (Mar Adriático), a poco más de 300 km, por lo que sin perder tiempo, nos pusimos en camino. Paramos a cenar a las afueras de la ciudad de Florencia, era prácticamente de noche, por lo que la ruta que tenía previsto hacer para llegar a Rimini atajando por carreteras nacionales la deseché viendo lo tarde que se nos haría, haríamos lo que nos quedaba por autopista, de Florencia dirección Bologna por la, en ocasiones, divertida autopista A1, teníamos que atravesar si o si Los Montes Apeninos y esta vez nos tocó hacerlo de noche, pero bueno, resignación y a hacer kilómetros poco a poco, no quedaba otra.

Pasadas las 2:00H de la mañana llegamos al destino, bien, ahora quedaba encontrar el hotel. Casi nos volvemos locos para dar con el, empezamos a dar vueltas y vueltas, el GPS me marcaba la calle, la calle era Via Consolare, el número 174, pero esa calle no era otra que una muy larga carretera que une Rimini con la República de San Marino, así que carretera para arriba, carretera para abajo, así durante un buen rato, y nada, ni rastro del hotel Main Street, hasta que finalmente dimos con él, no se como la verdad, no tenía ningún cartel a la vista, fue casi por descarte.

El recepcionista nos estaba esperando, aunque ya lo había avisado de que llegaríamos tarde no se esperaba que fuera tan tarde.

Otro día más en el que el nos habíamos ganado el descanso.




4º y 5º día - 15 y 16 de junio de 2009

Rimini - Rimini


Estaríamos en Rimini dos días, por lo que tocaba descansar y relajarse. Por las mañanas dedicaríamos a hacer algo de turismo y por las tardes un baño en el Mar Adriático.

Las dos mañanas que estuvimos allí fundamentalmente subíamos a la bonita ciudad de San Marino, cambias de país, pero ni te dabas cuenta, apenas un pequeño cartel que indicaba que estabas en la República de San Marino. Es un pequeño país dominado por Los Apeninos, ubicado en las laderas del Monte Titano, terreno de montañas escabrosas, donde su capital, San Marino, se encuentra en lo más alto del país, en la montaña llamada Titano, que se eleva a 739 m, allí, en lo alto se eleva la bonita Fortaleza de Guaita, y desde donde se contemplan unas espectaculares vistas de todo el entorno. Pasear por esta ciudad es trasladarte muchos años atrás, en este pequeño territorio podemos ver tres castillos (Guaita, Cesta y Montale).


Entrada a la República de San Marino, no te das cuenta de que has cambiado de país, es todo igual.

Entrada a la Fortificada ciudad de San Marino(Cittâ di San Marino), tres torres defienden esta ciudad de apenas 4200 habitantes. 

Vista hacia el interior de la República.

Arco de entrada a la ciudad, prohibido el tráfico en esta zona.



Bonita vista desde un mirador de la ciudad, al fondo, el Mar Adriático.

Se acabo la visita de hoy, mañana más, ahora a la playa.

Una mini exposición de aeroplanos.

En lo alto del Monte Titano, vemos dos castillos de la ciudad de San Marino.

Por una de sus empinadas calles.

Camino a uno de los castillos.

Alto del Monte Titano.

Catedral de San Marino.

Un buen sitio para reponer fuerzas, con unas vistas sublimes, al fondo, el Mar Adriático.

Para acabar de reponer fuerzas.

Dirigiendo el tráfico de verdad, no con semáforos.

Las dos tardes que estuvimos allí las acabamos en el mismo lugar, que ricas las pizzas de Paride. 

Y así acabamos los dos días que estuvimos en esta zona, al día siguiente, rumbo a Venezia.


Continua en la 2ª parte


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