TT Isla de Man 2012 - Parte 1


Viaje al TT de la Isla de Man 2012


Sin lugar a dudas uno de mis sueños que tenía desde hacía muchos años y que pude cumplir en el año 2012, asistir al TT de la Isla de Man. A quienes nos gusta el motociclismo de competición y en concreto el de velocidad decir Isla de Man significa pensar en un destino mítico y legendario al que a cualquier aficionado le gustaría ir al menos una vez en la vida por toda la historia que hay detrás de la carrera más conocida que se disputa en esta isla, el TT, dos letras abreviatura de "Tourist Trophy".

En esta pequeña isla no sólo se disputa el TT, durante el resto del año se disputan otras pruebas también por sus carreteras y calles, carreras principalmente de motos, como el Manx TT, o la Southern 100.

Se puede decir que la Isla de Man es La Meca de cualquier aficionado al motociclismo, un lugar de peregrinación al que al menos una vez en la vida hay que ir para vivir lo que tiene lugar cada año durante la última semana de mayo y la primera semana de junio en esta pequeña isla situada en el Mar de Irlanda, entre Inglaterra e Irlanda. Y es así, cada año puntualmente miles de aficionados peregrinan a este lugar desde todos los rincones del mundo en busca del Santo Grial del Motociclismo ya que en mi opinión siempre he pensado y dicho que si el Santo Grial del Motociclismo existe sin lugar a dudas esta enterrado en algún lugar de esta mágica isla, para mi siempre será la Isla del Tesoro del Motociclismo.

En este lugar en el año 1907 nacieron las carreras de motos, en esta isla ese año tuvo lugar el primer TT, en aquella primera carrera los participantes debieron de dar 10 vueltas a un circuito de aprox. 25 km de recorrido, ese mismo día se inventaron las carreras de motos y desde entonces cada año esta prueba extrema del motociclismo no falta a su cita con los aficionados. Prueba que tan solo se ha dejado de hacer cancelándose en contadas ocasiones, durante las dos Guerras Mundiales y más recientemente por dos alertas sanitarias, en el 2001 por la Fiebre Aftosa y en el 2020 por la amenaza global de la pandemia del Coronavirus COVID-19.

Una prueba que durante muchos años desde la creación del Mundial de Motociclismo en el año 1949 formó parte del calendario mundial y fue puntuable para el Campeonato Mundial hasta la temporada de 1976.

Prueba que en la actualidad se disputa en el Mountain Course, una carrera dentro de las conocidas Road Races que se disputa en un circuito de algo más de 60 km por carreteras que rodean la Isla de Man, un circuito muy complicado de memorizar y en donde los pilotos constantemente están al borde del desastre, circuito que no permite errores y los errores que se cometen se suelen pagar desgraciadamente muy caros. Circuito muy largo y lleno de trampas, cambios de asfalto, el sol que en ocasiones hace que se tenga que pilotar a máxima velocidad prácticamente con nula o ninguna visibilidad y en donde por ejemplo algunos muros a lo largo del recorrido están pintados de blanco para que los participantes los vean mejor. Carrera considerada por muchos como la carrera de motos más peligrosa del mundo siendo esto desgraciadamente una triste realidad ya que el número de personas que han perdido su vida compitiendo en esta carrera suma un número lamentablemente demasiado elevado. No cualquier piloto puede competir en el TT, los organizadores son conscientes del peligro que entraña esta carrera y a quien pretende participar en el TT se le exige mucha experiencia previa en este tipo de pruebas (Road Races), una de las exigencias es haber participado por ejemplo en el Manx TT, carrera que se disputa cada mes de agosto en este mismo lugar, en el mismo circuito pero con motos no tan potentes pudiendo denominar a esta prueba como la principal puerta de entrada al TT, después de demostrar tu valía y de cumplir más requisitos solo entonces es cuando te dejan participar en el TT.

Como anécdota decir que los pilotos punteros no les gusta que se asfalte las carreteras de la Isla de Man porque se conocen hasta el más mínimo bache y muchos de esos puntos los utilizan como referencia para sacar sus tiempos, un circuito espectacular en un lugar mágico.

Carrera en la que los competidores no compiten todos contra todos como estamos habituados a ver en las demás carreras, aquí los participantes deben de luchar contra si mismos y contra su mayor enemigo, el cronómetro, quien en esta carrera se convierte en el implacable juez. Es una carrera individual en donde los competidores salen individualmente de la línea de salida a intervalos de 10 segundos y dependiendo de la categoría han de dar un número de vueltas al circuito, actualmente en la categoría reina se deben de dar 6 vueltas al circuito de casi 61 km, lo que en total significa que la distancia a recorrer es más de 360 km, lo que lógicamente implica ver las típicas paradas en el "pit lane", repostages de combustible, cambio de ruedas, de pantallas de los cascos para eliminar los insectos que se van acumulando, etc, mientras el cronómetro sigue corriendo en contra.

Una bonita carrera en donde participan varias categorías siendo la categoría reina, el Senior TT,  categoría en donde puede participar cualquier moto aunque lo habitual es participar con motos de Superbikes donde su preparación es similar a las que participan por ejemplo en el Mundial de Superbikes, lo que nos da una ligera idea de lo espectacular de esta prueba imaginando a estas motos competir sin límites por carreteras que habitualmente están abiertas al tráfico, pero sin lugar a dudas, la realidad supera a la imaginación y resulta increíble sentir lo que se vive allí en esta espectacular prueba. Una carrera especial y con un ambiente mágico en donde para la mayoría de participantes competir en ella ya es un triunfo y un premio, y en donde a la mayoría de ellos no les importa el resultado sino el placer de competir en esta mítica prueba deportiva en donde se ha sabido a la perfección mantener el espíritu del motociclismo de siempre avanzando en el tiempo manteniendo esta carrera como la mejor carrera de motos del mundo, sin duda alguna esta es la madre de todas las carreras de velocidad.

La Isla de Man tiene gobierno propio aunque es un territorio dependiente de la corona británica, considerado como un paraíso fiscal con sus propias normas e incluso moneda, siendo esta también la libra esterlina, igual que en UK pero con diferente formato. Como curiosidad decir que en la Isla de Man no hay límite de velocidad, cada uno puede ir a lo que estime y considere oportuno bajo su responsabilidad, pero eso si, en las ciudades si que hay límite de velocidad y como pudimos comprobar su policía es muy estricta en este punto, y mucho más si cabe en las semanas del TT. Fuera de las zonas urbanas los aficionados tienen total libertad de emular a sus ídolos, lo que sin duda es un tanto peligroso siendo habituales los cortes de carreteras cada vez que se produce un accidente desviando el tráfico por caminos y carreteras para evitar al resto de conductores ver los accidentes, sobre todo en la zona de la montaña, tramo este que durante el TT se circula sólo en el sentido del circuito y en donde no es difícil encontrarla cortada, generalmente siempre por algún accidente.

Tenía muy claro desde hacía muchos años que algún día viviría de cerca un TT, algún día viajaría hasta La Meca del motociclismo para buscar y vivir en primera persona su esencia más pura y ser participe de la pasión por el motociclismo que en este pequeño trocito del mundo se respira durante unos pocos días al año. 

Mereció la pena el viaje, mereció la pena ahorrar para cumplir este sueño, viajar al TT de la Isla de Man, viajar al Santuario Mundial del Motociclismo.







Preparativos previos al viaje


Cuando me propuse realizar este viaje sabía que viajar allí no sería fácil, pero también sabía que no era imposible, lo más complicado hay que decir que son básicamente dos cosas, una es buscar el alojamiento en la Isla de Man durante los días del TT y la otra es buscar la forma de llegar a esa isla durante esos días desde Inglaterra. 

Para quienes quieran ir, os daré aquí algún consejo y si os puede ayudar perfecto, y por supuesto que sin en algo puedo ayudar a algún viajero en lo que este en mi mano que se ponga en contacto conmigo, si tenéis alguna duda o pregunta que hacerme estaré encantado de poder ayudaros.

Lo primero que hay que hacer es saber las fechas exactas en los que se va a viajar y saber los días que se quiere pasar en la isla. El TT dura dos semanas, en donde la primera semana es para entrenamientos y la última parte de esa semana y la semana siguiente tienen lugar las carreras.

Sabiendo los días que se disponen para viajar hay que coordinar estas dos importantes cosas a tener en cuenta, en mi opinión esto es la prioridad, buscar alojamiento y los traslados desde Inglaterra hasta la Isla de Man tanto de entrada como de salida, las demás reservas del viaje son secundarias y se pueden ir buscando incluso después de tener las dos cosas anteriores bien atadas. 

Para llegar a la Isla de Man en moto el acceso principal es lógicamente por mar, por ejemplo se puede llegar desde varios destinos de Irlanda pero para nosotros los puntos principales para llegar a Douglas son dos puertos de Inglaterra, desde Liverpool, o desde Heysham. En la página de la compañía oficial de la Isla de Man de ferrys Steam Packet se puede encontrar información al respecto y las rutas, para el TT se hace un enlace especial y las reservas para esos días suelen abrir unos cuantos meses antes de la carrera y aviso importante, cuando se abre el plazo se suelen agotar muy pronto las plazas disponibles por la alta demanda de viajes, por lo que mi consejo es que aproximadamente el mes de septiembre u octubre anterior se tiene que tener la planificación de las fechas en las que se quiere viajar y hacer una pre-reserva del billete, en ese momento hay que pagar una señal que no será devuelta en caso de cambiar de opinión o de fechas, varios meses antes del evento, sobre febrero se deberá de pagar el resto de la reserva, es entonces cuando se tendrá asegurado y garantizado la reserva. Por lo que este viaje se ha de planear muy bien, casi de un año para otro, de lo contrario será muy difícil encontrar espacio para viajar desde Inglaterra hasta la Isla de Man.

Respecto al alojamiento, otro tema muy importante a tener en cuenta, decir que por ejemplo pretender conseguir una habitación de hotel en la Isla de Man durante los días del TT se puede decir que es imposible, la isla en si es muy pequeña, hay muy poca oferta de alojamientos turísticos y los pocos que hay son ocupados principal y lógicamente por quienes llevan años yendo al TT y por la organización para sus compromisos. Mis recomendaciones son varias, una es la que elegimos nosotros, buscar por internet alguna persona que alquile una habitación en una casa particular, son personas muy agradables y habituadas a recibir personas que llegan a la isla cada año a disfrutar del TT, esta opción se puede encontrar a un precio más que razonable y te aseguras alojarte bajo techo con todas las comodidades básicas, electricidad, aseo, desayuno, etc. Otra opción es buscar en la página web de turismo oficial de la isla cuyo enlace es: www.visitisleofman.com. Otra puede ser llevar material de acampada y acampar en alguno de los campamentos que se organizan durante esos días, pero hay que tener en cuenta que el tiempo allí no es el que podemos tener en España a principios de junio, las lluvias son habituales, días desapacibles y las temperaturas sobre todo de noche no son muy agradables, aparte de tener en cuenta que higiénicamente las condiciones son las que son en este tipo de campamentos, a lo que hay que añadir el problema que puedes tener para poder cargar tus equipos electrónicos. La otra opción que se me ocurre es echar un vistazo a la página web de la organización en donde también ofrecen opciones de alojamiento, la página web de la organización es: www.iomtt.com, ahí puedes reservar alojamiento en diferentes opciones.

Para mi cuadrar ambas cosas, tener seguro el alojamiento y la forma de llegar a la isla desde Inglaterra, es lo más complejo de la organización de un viaje al TT de la Isla de Man, una vez que se tengan claras ambas cosas y pre-reservadas o reservadas se puede seguir con todo lo demás, hacer la ruta para llegar allí. Desde España hay varias opciones de llegar con la moto a Inglaterra, bien en barco desde Santander o Bilbao, o por carretera atravesando Francia cruzando a Inglaterra desde cualquiera de los puntos de Francia desde donde se es posible hacerlo, principalmente usando un ferry pero en nuestro caso utilizamos el Eurotunnel que también es una buena y rápida opción de llegar a Inglaterra desde Francia. También existe la posibilidad de llegar a Irlanda desde España en un ferry directo, esto puede ser otra opción para desde Irlanda llegar a la Isla de Man, el procedimiento es el mismo que si lo hacemos desde Inglaterra por lo que hay que hacerlo igual porque desde Irlanda se desplaza muchos aficionados a ver el TT a la isla vecina.

Una vez cuadré las fechas en las que estaría en la Isla de Man, confirmados tanto alojamiento como traslado tan solo quedaba planificar el resto de días, preparar la moto para un viaje de no muchos kilómetros pero hay que llevarla apunto como siempre que se sale de viaje para evitar en lo posible los contratiempos, o al menos así me gusta hacerlo a mi.

El viaje se empieza a organizar el verano anterior al TT y poco a poco se va a acercando el día de iniciarlo, y ese día llegó, llegó el día en el que iniciaría el viaje a vivir un sueño, el viaje a vivir la experiencia del TT, y ese viaje (sueño) lo relato seguidamente en la crónica de lo que fue este viaje.....




Día 1

La Bañeza - Gijón - Nantes

Empezamos el viaje en La Bañeza por la tarde, después de comer la primera etapa de este viaje iba a ser igual a la primera etapa del viaje del año anterior (2011) al GP de Alemania, desde La Bañeza iríamos hasta Gijón para coger allí el enlace marítimo denominado "Autopista del Mar" que desde esta ciudad asturiana nos llevaría hasta las proximidades de la ciudad francesa de Nantes, ahorrándonos así un buen número de kilómetros, cansancio, dinero y tiempo. El barco salía a última hora de la tarde y nos dejaría en Nantes a la mañana siguiente por lo que prácticamente este día no lo consideré como el primer día de viaje aunque en realidad por supuesto que lo fuera. Este enlace marítimo para mi era perfecto para la organización y realización de estos viajes para recorrer Europa para quienes vivimos en esta parte de España, lástima que años más tarde lo suprimieran esperando que vuelva a ser reabierto para nuestro beneficio turístico y sobre todo beneficio económico y comercial de nuestro país.

Eso si, como siempre cuando se viaja en barco es muy recomendable llevar pastillas para el mareo si se es propenso a ello porque aunque el mar este tranquilo si padeces de estas molestias puedes llegar a pasar una mala experiencia a bordo, y lo que podría ser un viaje de placer podría llegar a ser todo lo contrario.




Día 2

Nantes - Monte Saint-Michel - Calais 

Tras pasar la noche descansando plácidamente en el camarote del barco llegamos totalmente descansados por la mañana a las inmediaciones de Nantes, ahora si que empezaba el verdadero viaje al TT de la Isla de Man, ahora si que me empezaba a creer y ver cada vez más cerca mi sueño de vivir esa experiencia.

Esa noche tenía previsto dormir en las proximidades de la ciudad de Calais, ciudad francesa y la principal puerta de acceso desde Europa a Inglaterra. La distancia entre Nantes y Calais son aproximadamente 600 km, aunque hay que sumar más kilómetros debido a que desde el puerto hasta Nantes hay unos cuantos kilómetros más. Pero antes de llegar a Calais quería visitar y estar al menos unas pocas horas en una de los lugares más curiosos y conocidos de Francia, el Monte Saint-Michel, en la región de Normandía.

Algo más de 200 km separan el puerto del barco que nos había traído hasta Francia del Monte Saint-Michel por lo que al desembarcar y sin tiempo que perder ponemos rumbo al norte por el camino más rápido para poder estar en ese lugar un buen rato antes de dedicar la tarde a recorrer el resto de camino que nos separa de Calais.

Llegamos al Monte Saint-Michel antes del mediodía, siguiendo las indicaciones dejamos la moto en el aparcamiento y buscamos la forma de llegar rápidamente a este lugar al que hacía años se llegaba con los vehículos hasta la misma entrada. En la actualidad lógica y comprensiblemente han prohibido el tráfico para llegar allí y sólo es posible acceder en autobús, en carro a caballo o caminando dando un buen paseo, siendo la distancia desde los parkings hasta allí de aprox. 3 kilómetros. Nosotros llegamos hasta allí en autobús.

El Monte Saint-Michel esta construida en una pequeño islote rocoso rodeado de una bahía en el estuario del Río Cauesnon, a varios kilómetros de tierra firme, es el lugar turístico más visitado de la región de Normandía y uno de los principales puntos turísticos de Francia, no es de extrañar viendo este impresionante enclave medieval, uno de los monumentos religiosos más extraordinarios fundado a principios del siglo VIII. En el año 708 se empieza a rendir culto en este lugar a San Miguel, dos siglos después los monjes benedictinos comienzan a construir en tan rocoso terreno una de las abadías más espectaculares que se pueden disfrutar, convirtiéndola en uno de los centros de peregrinaje medieval más importantes de Europa. Lugar situado en un enclave espectacular que lo hace más especial si cabe, en toda su historia sus habitantes han resistido guerras y asedios, y en la actualidad muy pocas personas, apenas varias decenas viven permanentemente censadas en este lugar que registra a diario la visita de infinidad de turistas atraídos por tal fascinante lugar. Fue declarado Monumento Histórico en el año 1111, y desde 1979 entra a formar parte en la lista de lugares Patrimonio de la Humanidad de la Unesco. Varias veces al año el Monte Saint-Michel se convierte en una verdadera isla y su bahía es uno de los lugares y escenario de las mayores mareas en el mundo, dándose en este lugar las mayores mareas de Europa.




En el año 1879 se construye la carretera que conecta tierra firme con el Monte Saint-Michel, durante los anteriores siglos prácticamente la manera de llegar a este lugar desde la tierra firme de Francia, aparte de navegando, era caminando aprovechando cuando la marea estaba en su punto más bajo. Actualmente muchas personas hacen este recorrido a pie desde la orilla del continente siendo esta actividad no aconsejable a no ser que se vaya acompañado de un guía por lo peligrosas, traicioneras y rápidas mareas que aquí tienen lugar.

Llegamos a este histórico lugar, primero tuvimos suerte de poder ir a visitarlo ya que la marea estaba baja, pero no teníamos ni idea de cuando subiría de nuevo lo que podría ponernos en riesgo de quedar atrapados unas cuantas horas hasta que la marea bajase de nuevo, otro día no nos hubiera importado habernos quedado más horas allí pero todavía teníamos unos cuantos cientos de kilómetros que recorrer para llegar a Calais en esta jornada.

Dimos un paseo por este fantástico enclave, nos perdimos por alguna de sus callejuelas, pero nuestra estancia no fue tan extensa como nos hubiera gustado, pero lo suficiente para corroborar que la visita merece la pena aunque nos supiera a poco, sabíamos y éramos conscientes de que este mágico lugar guarda secretos y rincones para perderse, disfrutarlos y dedicarles mucho más tiempo del que desgraciadamente teníamos.

Ahora os dejo con unas cuantas fotos que hicimos allí:


El Monte Saint-Michel al fondo, desde la lejanía se aprecia la espectacularidad de este lugar.

Vista del Monte Saint-Michel desde el autobús que nos transportaba desde el aparcamiento hasta allí.

A la orilla del precioso pueblo medieval.



Cruzamos la puerta de entrada y descubrimos un pueblo medieval perfectamente conservado a donde diariamente llegan miles de turistas atraídos por tan espectacular enclave.





































Estaríamos apenas allí unas pocas horas, dimos un pequeño paseo por sus calles, comimos allí, y después del almuerzo en este lugar, al que sin duda nos encantaría volver a visitarlo con más calma ya que nos encantó lo no mucho que vimos, nos supo a poco por lo que lo apuntamos y dejamos en el cajón de lugares pendientes de volver a visitar con más tiempo.

Vídeo resumen de nuestra visita al Monte Saint-Michel:




Salimos de allí de la misma manera que entramos, en autobús que periódicamente realizan viajes desde los parkings a la orilla del Monte Saint-Michel, y desde allí nos pusimos nuevamente rumbo al norte a por el destino final de esta jornada, Calais.

Como nos quedaban aprox. más de 400 km para llegar a Calais y siendo las horas que eran no teníamos mucho tiempo que perder, así que tras alguna última foto nos pusimos en marcha por el camino más rápido, de nuevo por las autopistas francesas, autopistas que como seguramente sabréis para las motocicletas tienen una tarifa más económica que para el resto de vehículos, en concreto la tarifa para motocicletas es la "Clase 5", así que si viajáis por territorio francés en moto al llegar al peaje generalmente te marca automáticamente en la pantalla la clase y por tanto la tarifa a aplicar, a mi me ha ocurrido alguna vez que al llegar al peaje no detecta que viajas en moto y por defecto sale la clase de vehículo clase 1, mi consejo es tocar el botón de llamada, aunque no habléis francés decirle que cambien la tarifa a la clase 5, de esta manera os ahorraréis unos cuantos euros que compensarán de alguna manera por ejemplo el mayor coste de combustible en Francia.

Camino de Calais por la autopista pasamos por el espectacular Puente de Normandía, puente sobre el Río Sena, en las cercanías de la ciudad de El Havre, este puente es de peaje, pero al llegar allí nos sorprendió que este peaje fuera gratuito solamente para motocicletas, llegamos al peaje dispuestos a pagar, peaje situado en plena Reserva Natural del Estuario del Río Sena; como no marcaba el precio ni la clase de vehículo automáticamente una operaria se acercó y nos abrió manualmente la barrera para que pasáramos, todo un detalle de agradecer. Me lo debió de decir en francés pero no lo entendí, después supe que ese peaje es gratuito para motocicletas, pero allí la verdad es que no me fijé si lo ponía por algún lugar.

Continuamos y sin perder tiempo, tan solo para hacer alguna que otra parada para descansar un poco y estirar las piernas, llegamos a Calais al atardecer, en las inmediaciones de esta ciudad pasaríamos la noche en uno de los muchos alojamientos que por toda Francia se encuentran con facilidad.

A descansar porque a la mañana siguiente teníamos reserva para cruzar a Inglaterra atravesando el Canal de la Mancha por debajo del lecho marino, por el Eurotunnel.

Vídeo resumen de parte de lo relatado anteriormente:






Día 3

Calais - Eurotunnel - Stonehenge - Londres


Hoy nos levantábamos cerca de la ciudad de Calais, más concretamente a las afueras de Coquelles, después del desayuno nos dirigimos a la cercana terminal del Eurotunnel ya que meses antes había hecho la reserva para cruzar este día desde Francia a Inglaterra subidos en nuestra moto en un vagón de tren. 






El Eurotúnel se inauguró en el año 1994 y supuso por aquel entonces toda una proeza de la ingeniería que permitió comunicar Europa e Inglaterra de otra forma diferente a las ya conocidas por aquel entonces, a la marítima y aérea se sumó desde entonces la comunicación ferroviaria. Y es en contra de lo que muchas personas creen por el interior del túnel no se puede transitar como un túnel de carretera, es exclusivamente para trenes, en concreto para dos tipos de trenes, uno para pasajeros y el otro el que se utiliza para transportar en su interior vehículos. El Eurotunnel consta de tres galerías,  dos de ellas ferroviarias, uno para cada sentido y el otro túnel es para servicio y para caso de emergencia, este tercero se sitúa en medio de ambos túneles ferroviarios.

Como he dicho nosotros llegábamos a la terminal con el billete comprado, aconsejo hacerlo así  por dos motivos, primero porque te aseguras con tiempo que cruzarás el Canal de la Mancha cuando quieres, de lo contrario te arriesgas a que cuando llegues no tengas plaza cuando quieres y tengas que esperar, y segundo motivo porque hacerlo con antelación suficiente te puede beneficiar de alguna rebaja en la tarifa por venta anticipada.

Al llegar a la terminal el primer control que te encuentras es dispensador de los billetes, si se tiene hecha la reserva se introduce el código y se siguen las instrucciones, mismo procedimiento si llegas a este punto sin haberlo comprado anticipadamente.








Con el billete en la mano seguimos para adelante entrando al complejo del Eurotunnel, pero antes hay que pasar obligatoriamente los controles, de personas y vehículos, tanto de la policía francesa como después los de la policía británica.

Después de los controles se siguen las indicaciones que te llevan al andén que te corresponde y allí esperas tu turno para introducir la moto en el vagón correspondiente.


























El Eurotunnel se construyó debajo del lecho marino del Canal de la Mancha, tiene una longitud de poco más de 50 km y el trayecto dura 35 minutos, lo que lo hace una manera muy cómoda y rápida de cruzar desde el continente europeo a Inglaterra. 

Los ocupantes de los vehículos esperan en su mayoría en el interior de los mismos, los de las motos no estamos tan cómodos sentados un rato parados en nuestras motos así que lo mejor es bajar, estirar un poco las piernas y esperar ese poco más de media hora, aunque mi consejo es que en el trayecto el tren se mueve un poco y estando la moto cargada con tanto equipaje, en su pata de cabra da la sensación de que se pudiera caer en algún momento, por lo que no conviene descuidarse mucho y tenerla siempre controlada y a poder ser agarrada para evitar una posible caída en parado.

A los 35 minutos exactamente desde que arrancó el tren en Francia ya habíamos llegado a Inglaterra, un viaje placentero, y a la salida del vagón a escasos metros ya estábamos en la autopista que comunica directamente con Londres que se encuentra a unos 100 km de este punto.










Aquella noche teníamos reservado dormir en Londres, en Inglaterra era una hora menos de nuestro horario habitual y la distancia que nos separaba de Londres era de aprox. una hora, por lo que antes de llegar a Londres nos desviamos un poco de la autopista y nos fuimos a visitar otro punto muy conocido y enigmático de este país, Stonehenge, para ello nos perdimos un poco recorriendo carreteras secundarias, pueblos y la campiña inglesa, y así también poco a poco iríamos acostumbrándonos a conducir por el lado contrario, aunque como siempre y lógicamente por la falta de costumbre algún que otro susto ayuda a ir cambiando el "chip" y así mentalizarse de que vamos a conducir por el lado contrario durante unos cuantos días más.












Aquella mañana llegamos a Stonehenge, ya había visitado este lugar en el año 2006 pero aquel entonces no llegué a entrar a ver de cerca este monumento enigmático y lleno de misticismo del megalítico, el cual ni los expertos pueden determinar su data exacta, considerando que tiene probablemente aprox. unos 5000 años de antigüedad, creyéndose que su construcción fue al final de la época del Neolítico y principios de la Edad de Bronce, un monumento mundialmente famoso y que a día de hoy entierra muchos misterios, ya que todavía no se sabe con certeza porque se levantaron estas enormes piedras aquí, ni su verdadera utilidad.























Tras la visita a este enigmático lugar era hora de comenzar la segunda parte de la ruta de hoy, ruta que acabaría en Londres, a unos 150 km de este lugar, y hacia allí nos dirigimos.






Llegamos por la tarde a Londres, nos instalamos en el hotel y como era un poco pronto decidimos dar un paseo aquella tarde por Londres para ir acostumbrándonos al ritmo de una gran ciudad como es Londres.

En nuestro recorrido por el centro de Londres pasamos por lugares emblemáticos de esta ciudad, la Plaza de Picadilly Circus, la Abadía de Westminster, el Parlamento, quería haber pasado también por Buckingham Palace pero resultó misión imposible porque durante esos días se festejaba el Jubileo de Diamantes de la Reina Isabel II y tenían las calles adyacentes cortadas al tráfico por los actos para festejar dicha festividad que celebraba los 60 años de reinado de su Reina.








Victoria Palace Theatre

Parte frontal de la Abadía de Westminster

Abadía de Westminster, imponente iglesia gótica anglicana 

Entrada a Buckinham Palace





Plaza de Picadilly Circus

Sabiendo que era un poco tarde antes de volver al hotel aprovechamos el resto de tarde y nos fuimos a otro de los sitios famosos de esta ciudad, Camden Town, decidimos acabar el día allí, aún intuyendo que sus tiendas estarían cerrando o cerradas nos dirigimos hasta allí sabiendo que otro día volveríamos con más calma.


































Nuestra primera tarde noche en Londres, y decidimos cenar uno de los platos típicos y conocidos británicos, su famoso Fish and Chips, en una pequeña tienda cercana al mercado de Camden en donde sólo servían este plato para llevar, no nos importó en absoluto, nos lo llevamos y comimos tranquilamente aprovechando la buena temperatura que hacía en un parque cercano.






Ahora si que la noche empezaba a caer e iba siendo hora de retirarnos al hotel a descansar, pero de camino paramos en el Puente de Westminster para hacer alguna foto a una de las estampas más populares de Londres, el edificio del Parlamento de Londres y el Big Ben.











Y ya habiendo caído la noche en Londres regresamos al hotel para descansar, mañana seguiríamos viendo alguna cosa más de esta gran ciudad.