Las Motos




Este blog no tendría ningún sentido sin mencionar y recordar a las que hasta la actualidad han sido mis compañeras de batallas y aventuras, las motos, que durante muchos años me han acompañado, formando parte de mi haciéndome muy, pero que muy feliz a lo largo de toda la vida, y de todos y cada uno de los kilómetros recorridos.

Os presento a las que hasta la actualidad han sido mis compañeras de aventuras:


Año 1989 - Honda Vision 75.

La primera, que recuerdos, que ilusión. Recuerdo como si fuera hoy mismo cuando la saque de la tienda, que ganas tenía de tener mi primera moto.

Mis padres, hartos de que les cogiera los Vespinos y demás ciclomotores de mis amigos y familiares verano tras verano, decidieron hacer el típico trato padres-hijo, consistía en que si yo aprobaba me comprarían una moto, bueno, que decir que ese año aprobé todo holgadamente y con 16 años recién cumplidos me apunté a una autoescuela con la intención de sacarme el carnet A1, con el que podría conducir motos de hasta 80 cc., motos muy populares por aquellos tiempos.

Al conseguir el carnet he de decir que en un principio yo no quería un scooter, me gustaban más otras alternativas de moto como eran la Honda NSR 75 o Yamaha TZR 80, la Honda CRM 75 o la Yamaha DT 80, pero a mi padre esas opciones no le convencían porque su argumento era de que una moto con marchas no la sabría conducir mi hermana, bien, a mi me convenció, la verdad hubo poca discusión, casi me daba igual, yo lo que en el fondo quería era una moto. Comentar que tuve esta moto algo más de 2 años y mi hermana nunca subió a ella.

Muchos kilómetros en ella, cambiado un motor, concentraciones, fiestas, etc., usarla diariamente ya que estudiaba a 20 km de mi casa e iba a clase con ella, regresaba a casa a comer y volvía a clase por la tarde, a poca velocidad si, pero es que me encantaba montar en moto, me daba igual la velocidad.
  
Concentración de A Rua, Ourense, 1991.


Año 1993 - Suzuki GS 500.

Tras la experiencia del scooter, mis padres eran un poco conscientes de que hacer tantos kilómetros con una moto pequeña por carretera era casi más peligroso que hacerlos con una moto grande y por tanto decidieron regalarme mi primera moto de verdad, una Suzuki GS 500; recuerdo el día que fui con mi padre a verlas al concesionario, pasó algo similar que con el scooter, pero esta vez al contrario, mi idea era que después del scooter me compraría una moto un poco más grande, la intención era adquirir una moto de 125 cc. de 2 tiempos, me gustaba mucho la Aprilia Futura, o la Honda NSR 125, una de esas moto la hubiese tenido de no ser por mi padre, me argumento muy sabiamente que si quería una moto para seguir haciendo kilómetros que me olvidara de las 125 de 2 tiempos, que por el mismo dinero tenía una moto de 500 cc de 4 tiempos y así fue como acabé con esta Suzuki, igual la Suzuki salía perdiendo estéticamente respecto a la Aprilia, pero acerté, la Suzuki para mi fue la perfecta "moto escuela", vaya cambio cuando iba ahora a clase con esta moto, jeje, es más, el primer día que fui a clase con ella, llegué a Astorga y ni entré, seguí recto. Ese día no fui a clase, me lo tomé de fiesta, a darme una vuelta con la pequeña Suzuki por el Bierzo.

Y a hacer kilómetros con ella, varias veces a Jerez, y durante el año, raro era el fin de semana que no íbamos a alguna concentración, y si no, pues daba igual, el caso era no parar, ruedas baratas, gasolina asequible, poco mantenimiento en la moto, a las concentraciones con la tienda de campaña, así daba gusto.

Concentración de As Pontes, A Coruña, 1993. Trofeo a una prueba de habilidad.


Año 1994 - Kawasaki ZZR 600.

Claro, al hacer kilómetros con la Suzuki 500 el paso natural era avanzar y el querer más potencia, por aquellos años era el boom de las supersport, aquellas motos que todos recordamos de las que se vendieron ni se sabe cuantas, las más conocidas, Yamaha FZR, Suzuki RF, Honda CBR y Kawasaki ZZR, a mi me gustaba cualquiera, creía que esas motos valían para casi todo, deportivas y la vez te permitían hacer kilómetros sin fatigas. Vendí la Suzuki 500 y me compré una Kawasaki ZZR 600 de segunda mano que vendían de un conocido, los fines de semana de concentraciones y salidas con amigos y a diario ida y vuelta a Astorga ya que por aquel entonces tuve que hacer el servicio militar.

La disfruté mucho hasta que en 1995 tuve un accidente bastante fuerte con ella, fue en el centro de La Bañeza, un coche se me cruzó y no pude esquivarlo, impacté con él de frente; resultado, un dedo de la mano fracturado y poco más, suerte tuve que salté por encima del coche, peor suerte corrió la moto, roto el chasis por tres sitios e irreparables daños.

Renedo, Valladolid, Pingüinos 1995.


Año 1996 - Kawasaki ZZR 600.

Después de recuperarme del accidente y de convencer a mi familia de que los accidentes ocurren y que mi vida si moto no tenía sentido me compré de nuevo el mismo modelo de moto que con la que había tenido el accidente, no por nada en especial, si no que surgió así, un conocido vendía la suya y decidí no buscar más, tenía que quitarme el gusanillo de estar sin moto.


La rueda estaba gastada ya, la iba a cambiar esa tarde.


Año 1997 - Honda CBR 600 F.

Diciembre del año 1997, cambio la Kawasaki por una de las mejores motos que he tenido, muchas satisfacciones y alegrías. Con esta moto en junio de 1998 me voy por primera vez fuera de España (exceptuando Portugal) en moto, un viaje que recuerdo con mucho cariño, fue al GP de Velocidad de Holanda, a la Catedral, a Assen. Sin GPS, sin saber prácticamente idiomas, sin la comodidad del Euro, en tienda de campaña, en fin, una pequeña aventura que me marcaría para siempre.

Con esta CBR redescubriría el Mototurismo. Con ella, en el año 1999 me federé y me apunté para hacer el Campeonato de España de Mototurismo consiguiendo finalmente la medalla de oro en esta prueba.

Con esta moto viví momentos muy buenos, pero también viví los peores momentos de mi vida, el 6 de septiembre de 2003 cogía las vacaciones; tenía previsto un viaje a Italia con la "ceberrina" el cual tuve que suspender 6 días antes, el 1 de septiembre de 2003, a seis días de las vacaciones lo que cogí fue la baja, ese primero de septiembre me dieron una noticia que cambiaría mi vida por completo, una noticia que nadie quiere oír, los médicos me diagnosticaron un cáncer y ese mismo día ya quedé ingresado en el hospital. A partir de ese momento todo cambió, ya nada volvería a ser igual en mi vida, nada. Durante los malos momentos he de decir que los llevé mejor porque pensaba siempre en salir del hospital y dar un paseo en moto, y en cuanto tenía ocasión así lo hacía. Tras más de un año de tratamiento salimos de esta.

Así, en este cajón llego desde Japón.

Concentración de Marbella, Malaga, 1999.


Año 2004 - Honda CBR 1100 XX.

Como la Honda CBR 600 F me había dejado tan sumamente contento decidí que era el momento del relevo, desde que apareció la Honda CBR 1100 XX, me tenía enganchado y enamorado, me encantaba su estética, era prácticamente como la 600 pero mucho más veloz y potente, lástima que esta moto no la llegué a aprovechar del todo debido a los problemas de salud. Por secuelas del tratamiento de la enfermedad, mi movilidad se vio seriamente dañada, llegó un momento en que no podía doblar las piernas para ponerlas en las estriberas, me retorcía de dolor encima de la moto, desde ese momento las motos deportivas se habían acabado para mi y por esos problemas la tuve, con todo el dolor de mi corazón, que vender; una gran moto, que sin duda me hubiera gustado exprimir más.

Playa de las Catedrales, 2005.

Unos buenos amigos de la T.I.A. en la XX.


Año 2006 - Honda XL 1000 V Varadero.

Y como en los últimos años me habían dado tantas alegrías y prácticamente cero problemas las Honda, llegó la hora de comprarme una Varadero 1000, un muy buen amigo se compró una, a la cual le hice los primeros 1500 kilómetros y ya sabía que iba a comprar una moto a tiro fijo, tenía que comprarme una moto que pudiera conducirla cómodamente con las limitaciones físicas que tengo, aunque era consciente de que esta moto es muy pesada y un poco complicada de mover. Se había acabado para mi la etapa de las motos deportivas, pues nada, a pasar al mundo trail, tocaba reinventarse.

A día de hoy, he de decir que no me arrepiento del cambio, de lo único que me arrepiento es como dije antes de no haber podido hacer más kilómetros con la 1100 XX y disfrutarla más, pero bueno, es lo que hay, y hay cosas que desgraciadamente no podemos controlar ni predecir, y surgen cuando menos te lo esperas.

Recuerdo como si fuera hoy el día que puse la matrícula en el taller, era primera hora de la tarde, pues bien, al día siguiente por la mañana ya estaba en el mismo taller para hacer la primera revisión tras el rodaje de los 1000 km., no se lo podían creer, pero así fue, había prisa porque a la semana siguiente me iba con ella al GP de Inglaterra, al viejo Donington Park, y así desde entonces hasta la actualidad, una maravilla de moto, que solo me ha dado satisfacciones y alegrías.

Real Castillo de Chambord, Francia, 2011.


Años 2007 - Honda Lead 100.

Necesitaba una pequeña moto para andar a diario, para los pequeños desplazamientos diarios, y surgió esta oportunidad y no me lo pensé, la uso prácticamente el 90% de los días, todo un acierto. Nada que ver aparcar, desplazarte y hacer las cosas del día a día con esta moto en vez de tener que sacar la pesada y voluminosa Varadero para hacer lo mismo y que antes hacía.

Scooter perfecto para el día a día en una ciudad pequeña.


Año 2013 - Vespino SC.

Desde joven quería mi propio Vespino, ese icono de todos los jóvenes de la época. La verdad es que es todo un clásico, encima lo encontré con el sillín monoplaza, un ciclomotor "racing" de entonces, matriculado y con toda la documentación al día, aunque la verdad, lo uso muy poco.

Vespino SC de 1982.



Año 2014 - Vespa 250 GTS ie

El verano de 2014 cambie el Honda Lead por un scooter un poco más grande, para usarlo a diario y que también me permite hacer algún recorrido más largo, algo que con el Honda Lead hacía pero se quedaba un poco corto.

La diferencia principal con mi anterior scooter es que este te permite paseos más largos.


Año 2016 - Honda Crosstourer VFR 1200X DCT

Probé este modelo de moto con cambio automático de moto el pasado año y me gustó bastante. Aparte de que para mi maltrecha movilidad viene bastante mejor un cambio de este tipo. Aún así, creo que seguiré una temporada más con la Honda Varadero que tantas y tantas satisfacciones nos ha dado, pero, hay que ser realistas, y el relevo, tarde o temprano debía de llegar. Por fin le daré un respiro a la Varadero, pero no pienso dejar de andar en ella. La Crosstourer fue el relevo por parte de Honda del veterano modelo Varadero.


Honda Crosstourer VFR 1200X DCT en el Castillo de los Templarios, en Ponferrada.


Año 2018 - Honda VFR 750 F (1995)

La última en llegar al garaje, una preciosa moto "Old School" de la década de los ´90 totalmente original y en perfecto estado. Todos sabemos que las Honda VFR son motos magníficas, pero de entre todos los modelos que ha habido a lo largo de la historia de este modelo, el que más me llamó la atención y más me gustó de siempre fue precisamente este y en este color en concreto, un modelo inspirado en la mítica Honda NR 750 de pistones ovales. Esta moto es un ejemplo de aquellas motos que por aquel entonces, cuando empezábamos a rodar en motos "grandes", soñábamos tener algún día para disfrutarlas, por lo que tenerla en el garaje en la actualidad para disfrutar de un paseo con ella de cuanto en cuanto significa que, a veces, los sueños se hacen realidad.


Honda VFR 750 F (1995), en la Exposición de Motos "Old School" en La Bañeza.





Año 2019 - Honda CBR 600 F (1998)

Otra moto "Old School", años atrás tuve una de este mismo modelo y de la que conservo muy buenos recuerdos, nunca olvidaré que con este modelo de CBR 600 hice mi primer gran viaje fuera de España, aquel año 1998 cuando fui a ver el GP de Holanda al mítico trazado de Assen. Con aquella moto hice al año siguiente el Campeonato de España de Mototurismo consiguiendo su medalla de oro correspondiente. Muchos miles de kilómetros hicimos y muy buenos recuerdos con esta moto que definitivamente me animó a interesarme más y más por el mototurismo.

En el año 2019 me surgió la oportunidad de volver a tener una moto del mismo modelo y color a la que tuve 20 años atrás y motivado por la nostalgia no dude ni un momento en tener de nuevo esta gran, y preciosa, moto.


CBR 600 F de 1998, mismo modelo a la que tuve hace dos décadas.





Año 2023 - Honda Goldwing 1800 (2006)

La última en llegar al garaje ha sido una moto de la que apenas hace falta presentaciones, cualquier aficionado la conoce, una moto que para nada pasa inadvertida, Honda Goldwing, la que fue la reina indiscutible del mototurismo, y que a día de hoy continúa estando en la parte alta de ese ranking, y en sus distintas versiones y cilindradas ha sido durante muchas décadas el buque insignia de Honda en lo que se refiere al turismo en motocicleta.

La Honda Goldwing, hace años tuve la suerte de probarla y me encantó su suavidad y sobre todo su comodidad. Una moto extremadamente cómoda, especialmente para el pasajero, grande, muy grande y voluminosa pero que a la hora de manejarla engaña. Nos surgió la oportunidad de adquirir una unidad de este modelo y no lo pensamos ni un momento, a pesar de sus años y de sus kilómetros la moto va estupendamente bien.







Estas son hasta la fecha las 14 motos que he tenido hasta el día de hoy, actualmente tengo siete de mis últimas motos, la Crosstourer, la Varadero, el Vespino, la Vespa, la VFR, la CBR y la última en llegar, la Goldwing, pero a todas las demás les guardo mucho cariño, las he tratado con mucho cariño y lo mejor que he podido porque me dieron muchas satisfacciones y me llevaron a conocer sitios maravillosos sin apenas ningún problema para los miles y miles de kilómetros que hemos recorrido, han sido muchos momentos buenos y pocos momentos no tan buenos vividos con y en ellas.




De la Tierra a La Luna


Hace un tiempo leía un reportaje acerca de la distancia media que separa nuestro planeta de La Luna, son aproximadamente 380.000 km, variando esta distancia varias decenas de miles de kilómetros dependiendo de la órbita. Pues bien, echando cuentas, puedo decir que sumando el kilometraje de todas las motos arriba indicadas, y a alguna otra, ya hace un tiempo que habría llegado en moto a nuestro único satélite natural, a La Luna, y a día de hoy ya estaría regresando de nuevo a La Tierra.

Pero, mi viaje continua, sigo rodando en moto por la vida, porque lo más bonito es que todavía, a día de hoy, me sigo emocionando y sigo disfrutando como el primer día cuando descubro un lugar nuevo, o todavía me sigo ilusionando cuando planeo un viaje nuevo; y solo espero que estos sentimientos sigan así durante mucho tiempo.

Echando la vista atrás, muchísimo ha cambiado desde el principio de mi actividad motera. Ahora espero que, sobretodo físicamente, pueda hacer realidad los sueños que me quedan por cumplir y pueda seguir haciendo kilómetros y más kilómetros en moto.

2 comentarios:

  1. buen curriculum,sí señorrrrrrrrrrrr.
    saludos desde Ponferrada. vssssssss

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  2. Se persive mucho entusiasmo, por demas contagioso, en tu pasion. Imaginemos algo: estas de regreso a La Tierra luego de tu paso por la Luna (choca los 5 de El Principito por mi cuando te salude!)...mirando el ocesano desde arriba (bien arriba!) ya planeas tu proxima ida...tambien a La LUna pero por un trayecto mas largo. Ese sueño te movera y podras superar cualquier inconveniente orque el cerebro manda al cuerpo y al cuerpo lo manda el corazon. Estaras bien y celebro que este blog sea digital porque tienes paginas infinitas para seguir contando tus viajes. Buen camino viajero motonero. Saludos desde Caracas-Venezuela.

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