2014 - Los Alpes en moto - 1º parte





VIAJE A LOS ALPES EN MOTO



1º Día - 27 de mayo de 2014


LA BAÑEZA - GIJÓN, (175km)

De casa al barco


El viaje no comenzaba este día, si no que había comenzado meses atrás cuando se empezó a planificar las rutas, las etapas, los días, los lugares a visitar, buscar las zonas con los hoteles más asequibles, y cuadrarlo todo bien. Todo eso lleva su tiempo y tengo que admitir que me gusta esa parte del viaje, hacerlo sin prisas ni agobios, me encanta, un viaje no solo empieza cuando te montas en la moto, si no que comienza cuando lo empiezas a planear y a maquinar en tu cabeza.

Por fin se va a acercando el día de salir, todo en la cabeza, por delante 16 días en los que hay mucho que ver, y mucho por recorrer, casi exclusivamente montar en moto, hacer rutas por Los Alpes.

Se acerca la hora, que ganas de empezar...; la moto lista, aunque este año hasta la tarde antes de salir le estaba haciendo los últimos retoques en el taller, pequeña revisión, rueda delantera nueva, batería nueva, rodamientos de la rueda trasera nuevos, ya me pasó una vez Austria y más vale prevenir...., cambio de aceite, y en lo que respecta a la moto, todo listo.

Esa misma noche, después de tomar una cervezas con amigos, se preparó parte del equipaje, aunque yo preparé mi mochila la misma mañana de salir. He de decir que en este viaje ha sido la vez que menos ropa he llevado, sin duda un acierto, nunca aprendía, llevaba ropa de más, el famoso "por si acaso", esta vez fue diferente y todo un acierto, básicamente llevé lo imprescindible, un forro polar, unas zapatillas ligeras, cinco camisetas de manga corta, una de manga larga, dos pantalones, uno de ellos con cremallera para así también tener unos cortos, dos camisetas térmicas, ropa interior y calcetines; para el baño, una toalla de microfibra, unos escarpines y el bañador, todo eso con el pequeño neceser era mi mochila, aparte diré que como en otros viajes llevaba una bolsita con medicamentos, y para el barco biodramina, un termómetro, y con todo esto ya esta la mochila hecha y lista, como en varios lugares pasaríamos varios días tenemos la opción de lavar ropa usada y tenerlo todo limpio.

Hora de salir, así estaba la moto minutos antes de partir hacía Gijón:

La moto lista minutos antes de empezar otra aventura alpina.

La moto cargada como una mula, la composición del equipaje en la moto, pues decir que en una de las maletas laterales era para la ropa de Ana, la otra maleta lateral estaba ocupada casi en su totalidad por comida y otras cosas, como los guantes de invierno, dos termos para tener siempre agua fresca y demás; en el top case llevaba mi mochila y el ordenador portátil, el cual fue más que necesario, principalmente para cada día descargar al disco duro el material de las cámaras de fotos y de la cámara de vídeo, así tienes total libertad para hacer las fotos y vídeos que quieras sin preocuparte del espacio, cada día empiezas de nuevo, eso si, por si acaso, todo lo guardaba en dos formatos distintos, en el disco duro del ordenador y posteriormente en un disco duro externo, los llevaba en lugares diferentes, por si se pierde uno, aparte el portátil te permite mejor que con el móvil consultar el correo, ver el tiempo, mapas, y pasar los ratos muertos en los hoteles ya que prácticamente todos disponen de wifi. En la bolsa de depósito llevaba el disco duro, mapas, cables, cargadores y la cámara reflex. En las pequeñas maletas metálicas laterales llevaba, en una de ellas, la medicación, aceite para el motor, cinchas para equipaje, aceite para el Scottoiler y las bolsas guardacascos anti robo, en la otra el hornillo para cocinar, y lo básico para cocinar, etc., debajo del asiento, las herramientas de la moto, otras pequeñas herramientas, un manómetro y un kit repara pinchazos, que nunca se sabe.....

Pues con todo preparado sobre las 15:20H salimos de La Bañeza hacía Gijón, a las 19:00H era la hora prevista para la salida del barco y tienes que presentarte al menos una hora y media antes de la salida, saliendo de casa a esa hora (Ana tuvo que trabajar aquella mañana, por eso nos fue imposible salir antes) sabía que llegaríamos un poco justos de tiempo, por lo que el trayecto fue La Bañeza - La Magdalena y autopista, para llegar a Gijón cuanto antes; mi intención, haber tenido un poco más de tiempo y haber hecho una ruta un poco más larga para llegar a Gijón, pero cuando no se puede no se puede, resultado, llegamos a la cola del barco, había pocas motos, delante de nosotros dos parejas francesas y muchas autocaravanas. Llegamos y casi no nos dio ni tiempo a quitar el casco, rápidamente nos hicieron embarcar, habíamos llegado justo a tiempo, apenas nos sobraron 5 minutos.

Una vez embarcas, aparcas la moto en el lugar que la tripulación te diga y te despreocupas de ella, ellos te la amarran; esta vez la amarraron de forma diferente a otras veces, no pasaron ninguna cincha por encima del asiento.

La moto en la bodega, a descansar que al día siguiente, en Francia.

Allí mismo debes coger lo necesario para la travesía, recordar que una vez que el barco zarpe no se puede bajar a la bodega, es imposible, por lo que hay que coger lo necesario para pasar allí unas 15 horas, nosotros siempre subimos a bordo los dos termos de agua fresca y algo de comida, a parte de la comida subimos también una pequeña bolsa cada uno con lo básico, el neceser, un pantalón, el forro polar, las zapatillas, otra camiseta, teniendo todo esto preparado en otra bolsa evitas bajar todo el equipaje, cosa que se agradece, los cascos se pueden dejar candados a la moto sin problema.

La bodega, poco a poco se iba rellenando de vehículos.

Si has reservado el trayecto con camarote, en la recepción del barco te lo asignan, dejas un DNI, te dan las llaves y ya puedes ir a cambiarte, una ducha y antes de que salga el barco estas listo para la travesía, lógicamente sale un poco más caro el trayecto si eliges esta opción pero lo ganas en descanso y comodidad.

Este es el camarote, pequeño, pero tienes todo lo imprescindible, dos camas, baño completo con ducha, y un pequeño armario.

Con 20 minutos de retraso el barco inicia su viaje. Yo, en anteriores viajes en barco lo había pasado un poco mal por el mareo, por lo que este año me decidí a probar la biodramina, y me fue de maravilla, una pastilla antes de salir el barco y luego otra unas horas después y vaya que me hizo efecto, el mejor viaje en barco de todos, ni me enteré, apenas con dos pastillas, 100% recomendable si eres propenso al mareo en barco.

Hasta la vista Gijón.

La travesía, muy tranquila, el mar en calma y donde tienes que pasar como puedas las horas, no hay mucho que ver en el barco, una pequeña tienda, en la que no hay prácticamente nada, un bar, un comedor y ya esta, es todo lo que hay en el barco, todo esto lo ves en apenas 5 minutos, tienes eso si muchas puertas que dan al exterior donde te encuentras con tumbonas y bancos donde sentarte y ver el mar y de vez en cuando más barcos en la lejanía.

La vista desde el barco.

Hay que tener localizados los botes salvavidas, localizados y saber como funcionan, por si vienen mal dadas.

El helipuerto del barco, perfecto para sentarte y pasar el tiempo.

Y así, después de unas cervezas y de la cena, un pequeño paseo por el barco que va llegando la hora de dormir, al camarote a buena hora a descansar, mañana será un día largo de autopista. 




2º Día - 28 de mayo de 2014


SAINT NAZAIRE - GRENOBLE, (850 km)

Largo día de autopista


Tras dormir como un burro toda la noche, creo que algo tuvo que ver la biodramina, el despertar fue de lo más desagradable, eran aproximadamente las 6:30H de la mañana cuando unos fuertes ruidos nos despertaron, era un trabajador del barco que estaba trabajando en el piso de arriba cortando hierro con una radial grande y dando golpes con un martillo al hierro, bueno, vaya despertar más agradable no?, pues no, pensábamos que estaría un rato, que sería algo urgente, de no ser así no le veo el sentido, a esas horas?. No paraba, descansaba un poco, daba unos martillazos, y cuando pensábamos que había acabado, nada de eso, empezaba de nuevo con la radial y el martillo de los coj...., no puede ser, pensábamos, pero no tendrá todo el put...... día para hacerlo?, así estuvimos casi una hora, imposible dormir, hasta que harto, me vestí, salí del camarote, me asomaba a la barandilla del barco, lo buscaba en el piso de arriba, de abajo, y nada, ni rastro del trabajador,  y menos mal, porque el cabreo que tenía lo hubiera tirado por la borda. Volví al camarote, y seguía el ruido, al rato volví a salir, esta vez para dirigirme a recepción, al salir del camarote, en el mismo pasillo coincidí con una mujer, esta igual que yo iba jurando por lo mismo solo que en francés, también iba a la recepción, pero al llegar a ella, nadie, un cartel de vuelvo en 5 minutos, pero que por la noche también estaba, volví al camarote más cabreado, al llegar al pasillo del camarote veo a un miembro de la tripulación, el 80% de ellos son portugueses por lo que te entiendes con ellos bien, muy cabreado le expliqué que a ver que era esos ruidos, el me dijo que sería algún trabajador del barco, hombre le dije yo, no creo que ninguno de los que viajamos llevemos una radial en el equipaje y nos dediquemos a cortar el barco si no podemos dormir, claro que será un trabajador, quien va a ser?, tu eres tonto?, le dije que llevaba así desde las 6:30H, él se extrañó, desde tan temprano?, me dijo que se acababa de despertar, que iría a ver de donde eran los ruidos, pero creo que lo único que quería era darme largas e ir a desayunar, pues bien, los ruidos siguieron hasta pasadas las 8 de la mañana, imposible dormir ya, a esa hora es cuando por megafonía te empiezan a recordar que en la cafetería del barco se empieza a servir el desayuno.

Bueno, todavía cabreado, lo mejor que podíamos hacer era intentar buscar el lado bueno a esto; al salir a buscar al "operario" en cuestión observé que estaba a punto de amanecer, por lo que ahora salimos a disfrutar un poco de la vista y ver el amanecer desde alta mar.

Amanecer en alta mar.

Amanecer del miércoles 28 de mayo con el mar muy tranquilo.

Después de pasarme el cabreo y de desayunar ya empezamos a ver a lo lejos tierra firme, la costa francesa cada vez esta más cerca.

Desayunando en el comedor del barco.

Entrada a la cafetería del barco.

Esperando la llegada.

¡Avanti a toda máquina!

Con apenas media hora de retraso llegamos al destino, el puente de Saint Nazaire nos recibe, este es un puente muy bonito sobre el estuario del río Loira, las medidas, más de tres kilómetros de longitud y su altura máxima de más de 400 metros. 

Puente Saint Nazaire.

Una vez amarrado el barco, maniobra suave y lenta, se hace larga la espera, todos los viajeros nos amontonamos en la recepción del barco, tenemos ganas de coger los vehículos y seguir el camino.

Momento de la salida del barco.

Pasadas las 12:00H es cuando salimos de Saint Nazaire, nos espera un largo día de autopista. Con el depósito lleno decidimos tirar y hacer de un golpe los kilómetros que podamos, para hacer coincidir el primer repostage con la comida, y así hacer una parada un poco más larga, así lo hacemos, nos quedan por delante más de 800 km de autopista.

Como sabemos las autopistas francesas están mucho mejor preparadas que nuestras autopistas, áreas de descanso con muchas facilidades y lo mejor para nosotros es que las motos pagan casi la mitad de la tarifa de los coches, a ver si copiamos otros……

Sobre las 15:00H hacemos la primera parada, hemos hecho más de 300 km y aprovechamos para repostar y preparar la comida, es el momento de sacar el hornillo y ponerlo a prueba, para el primer día el menú es de raviolis rellenos de queso y salchichas, todo un acierto el hornillo, la comida esta buena y al menos se come caliente en cualquier lugar.

De primero,raviolis al baño maría.
Luego, unas salchichas.

Quitado el hambre, a la carretera de nuevo, autopista por el centro de Francia, largas y aburridas rectas, ni rastro de montañas por ningún punto cardinal, horas y horas de aburrida conducción, pero, avanzada la tarde algo empieza a cambiar. No sabéis que alegría me entró cuando en la autopista pasando Lyon veo esta señal

Esta señal en la autopista indica que estamos llegando a nuestro destino, Los Alpes.

A partir de aquí, la hasta entonces aburrida autopista deja de ser eso, empieza lo que hemos venido a buscar, curvas, y el paisaje cambia por completo, estamos llegando a la bonita región de Rhóne-Alpes.

Autopista de Lyon a Grenoble.

Y casi anocheciendo aparece lo que recorreríamos al día siguiente, el Macizo de Vercors, Grenoble estaba cerca, ya estaban Los Alpes a tiro de piedra.

Primeras vistas del Macizo de Vercors desde la misma autopista.



Y tras repostar para dejar el depósito lleno para el día siguiente y encontrar el hotel, Ibis Voreppe a las afueras de Grenoble, llega la hora de un merecido descanso. Al llegar al hotel vemos que no somos los únicos moteros que estaban allí, sin duda Los Alpes son el paraíso para más de uno.

Noche cerrada en Grenoble cuando llegamos al hotel.

Tras la cena en el comedor del hotel nos retiramos a descansar porque mañana sería un día muy esperado por mi, llevaba mucho tiempo esperando ese día.



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