2014 - Pirineos en moto - 4º día

4º Día, 17 de septiembre

LOURDES - BAGNÈRES DE LUCHON (208 km)

Tenía prisa por montarme en la moto este día, sabía que lo que me esperaba al final del día era mejor que el agobio de gente que había ayer en esta ciudad, por eso sobre la hora de costumbre estábamos en el restaurante del hotel desayunando, y sobre las 9:30H iniciamos la ruta que acabaría esa tarde en la ciudad termal de Bagnères de Luchon, pero antes de llegar allí, una ruta pirenaica. Así que, a la carretera.....

Salimos por la misma carretera que usamos ayer cuando fuimos al Tourmalet, nada más salir vemos un control de velocidad. Como vemos en la foto el policía con pistola de radar en un trípode controlando, pero esta vez a los que venían en dirección contraria.

El policía de negro controlando la velocidad con pistola radar en un trípode.

De nuevo en la D935, pasando por el pueblo de Campan volvimos a ver la cantidad de muñequicos que había por sus calles, se trata de muñecos de trapo rellenos de heno que se llaman "Les Maunaques", y es tradición que durante los meses de verano adornen las calles de este pueblo. Sin duda, una bonita y alegre tradición.

Muñequicos de trapo sentados tranquilamente en una terraza a la orilla de la carretera.

En los balcones.

Incluso subidos a una bicicleta.

O tomándose una botella de vino a la puerta de un hotel.

Seguimos y llegamos al cruce donde cogíamos ayer la carretera que nos llevaba a atravesar el Tourmalet, pero esta vez seguimos recto, camino del puerto del Col d´Apin, desde aquí tenemos aproximadamente unos 26 km hasta su cima. De camino a este Col vemos como en una pequeña ladera al lado de la carretera hay unas cuantas personas iniciándose en el parapente, decidimos parar un rato para verlos, y para hablar con ellos, ya que eran españoles, la paciencia que tienen que tener, ya que si no hay el viento que tiene que haber no podían tirarse, y estuvimos un rato, y apenas se tiraron un par de ellos. Después de un rato continuamos con la ruta hacia la cima del Col d´Aspin.

Iniciándose en el parapente, así quietos hasta que el aire sea el necesario.

Vista de los inmensos bosques que vemos llegando a la cima del Col d´Aspin.

Vista llegando a la cima.

Col d´Aspin.

Bonita vista del descenso que haremos en unos minutos.

Carretera en perfectas condiciones.

La ciudad de Arreau al fondo.

El siguiente destino es el Col de Peyresourde, a través del Valle de Louron, lugar por el que recordaba pasar hace un par de años en la VII Ruta de los Penitentes de 2012. Ni paré en el alto porque a decir verdad iba un poco lanzado y cuando quise ver el bar y el cartel del alto ya lo había pasado, por lo que no tengo foto de la cima.

Valle du Louron camino del Col de Peyresourde.

A la izquierda en la ruta de hoy.

Rápida subida hacia este Col.

El descenso hacia Luchon se inicia con una sucesión de curvas de herradura que hace que desciendas rápido la ladera de la montaña. Como era pronto al descender este Col vi que a la derecha había una carretera que llevaba a una estación de ski llamada Les Agudes, así que como íbamos bien de tiempo decido ir a visitar ese lugar, apenas separado unos 5 km.

Descenso del Col de Peyresourde hacia Bagnéres de Luchon.

Unas cuantas curvas de herradura y descendemos rápidamente este ladera.

Vista de la sucesión de curvas que nos llevan hasta el alto de este Col de Peyresourde.

Había tiempo así que subimos hasta esta estación de ski.

Vista desde el aparcamiento de esta estación de ski.

Bonitas curvas.

Posteriormente, rumbo hacía Bagnères de Luchon, donde pasaríamos esa noche. Llegamos pronto, sobre las 13:30H, lo sabía, pero no quise entrar al hotel a dejar todo ahora ya que eso nos retrasaría seguro, la intención era seguir y hacer una ruta más larga para estar de vuelta en esta ciudad unas horas después.

Llegando a la ciudad de Bagnéres de Luchon nos encontramos con una sucesión de curvas de herradura.

Edificio donde están sus aguas termales. Esta vez pasamos de largo, luego volveremos.

Así que nos dirigimos por el Col du Portillon, su cima hace frontera con España y descender hacia la ciudad leridana de Vielha. Antes de llegar a Vielha paramos en un área de descanso a comer, hacia buena temperatura pero estaba nublado y amenazaba lluvia, se aguantaría sin llover?.

Subiendo el Col du Portillon, cima fronteriza con el Valle de Arán.

Alto del Puerto del Portillón.

Descendiendo hacia la localidad leridana de Bossóst, en la comarca occidental del Valle de Arán.

Vista del Valle de Arán.

Acabamos de comer y llegando a Vielha empezó a llover, no mucho y no durante mucho tiempo, pero lo suficiente para replantearme la ruta que íbamos a seguir, por lo cual como el siguiente destino era el Port de la Bonaigua allí decidiríamos que hacer.

Y así, llegamos, después de 25 km desde Vielha, a la cima del Port de la Bonaigua, habiendo pasado antes por la famosa estación de ski de Baqueira Beret. Una vez en el alto y viendo que el cielo seguía amenazante decidimos dar media vuelta e ir a la ciudad de Bagnères de Luchon para pasar allí el resto de tarde. Por lo que sin perder más tiempo dimos la vuelta y pusimos rumbo de nuevo a esa ciudad.

Estación de ski de Baqueira, ahora prácticamente desierta, nada que ver con el bullicio que se vivirá aquí dentro de unos meses.

El cercano Puerto de Beret, me quedé con ganas de subir hasta allí.

El cielo se nubla, en cuanto lleguemos al alto decidiremos.

Bonitas vistas subiendo hacia Bonaigua.

Unas cuantas curvas de herradura.

Y estamos en la cima del Port de la Bonaigua, una carretera de las de mayor altitud de España.

Bonitas curvas de herraduras.

Descenso acompañado por varios holandeses.

Vista una vez más desde la subida a la Bonaigua, vemos a la izquierda la carretera.

Subida desde Bossóst hacia el Puerto del Portillón.

Últimas rampas del Col del Portillón.

Llegando a la cima del Col del Portillón.

Alto del Puerto del Portillón, de nuevo en Francia.

Bonita bajada la que tenemos hasta Bagnéres de Luchon.

Esta bajada transcurre por mitad de un bosque.

Donde nos podemos encontrar con cascadas como esta.

Lo de querer pernoctar en esta ciudad de Bagnères de Luchon tiene su explicación, en la VII Ruta de los Penitentes 2012 recuerdo haber pasado por sus calles y me gustó, pero lo que me llamó la atención es que esta ciudad es una ciudad famosa por sus aguas termales, por este motivo quería pasar la tarde allí, quería conocer su zona termal. Y así lo hicimos, tras llegar al hotel y registrarnos nos pusimos la ropa de baño y nos fuimos al balneario.

Llegamos al hotel, un edificio antiguo, por fuera, y también por dentro.

Este balneario es un edificio bastante nuevo, aunque al lado se encuentra el antiguo edificio que aún se usa también para otros tratamientos. La entrada a la zona termal básica cuesta 15€ y en ella podemos encontrar lo típico en un balneario, pero lo que destaca y el gran atractivo del lugar es la existencia del único Hammam natural de Europa, se trata de unos aproximadamente 200 m de galerías subterráneas donde el agua termal filtrada por las paredes crea un vapor de agua suave y húmedo de entre 38º y 42º, un sitio totalmente recomendable. Aquí tengo que confesar que le arme una "broma" a una mujer francesa, resulta que estábamos en la zona en la que hay una ducha con agua caliente y luego el típico cubo de agua helada, pues bien, yo estaba por allí rondando y haciéndome el bobo, cuando vi que la mujer paso por debajo del cubo, tire de la cadena, el grito que dio la pobre mujer hizo que viniera el socorrista del balneario; yo me hacía el bobo, les decía: "ahhh, pero era agua fría?, no lo sabía y me encogía de hombros", pero bueno, no se si me entendieron, yo a ellos no porque no hablo francés; el caso es que luego el socorrista iba prácticamente donde iba yo.

A la entrada podemos ver lo que vamos a disfrutar dentro, el único hammam natural en Europa.

Edificio donde se encuentran las termas y el hammam.

Edificio viejo, donde creía que estaba lo que buscábamos, pero no, es en el edificio más moderno.

En el parque que hay en frente de los baños, al fondo, la Varadero.

Homenaje de esta ciudad al Tour de Francia, este año esta carrera ciclista también visitó esta ciudad.

Y después de estar aquella tarde relajándonos en ese lugar nos retiramos al hotel a descansar, a cenar, unas cervecitas y a dormir, mañana nos moveríamos de lugar y llegaríamos a la costa catalana.


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